Barranquilla, desde siempre la ciudad del futuro
Esta Barranquilla moderna, con proyección y potencial, crece de manera acelerada y sorprende a todos los sectores.
Sisi Llinás, especial para Zona Cero
Considerando que nuestro nobel de literatura dijo “Recordar es fácil para el que tiene memoria. Olvidar difícil para el que tiene corazón”, que bello es recordar aquellos tiempos de la Barranquilla de antes, la de los juegos callejeros: bola’e trapo, rin rín corre corre, bolita uñita y hasta las chapuceadas en los aguaceros. Agradable era caminar tranquilamente por las calles adornadas con árboles frondosos observando además el colorido de las cayenas, corales y trinitarias. Así como el escuchar y echar cuentos en las terrazas. Sin lugar a dudas muchos recuerdan la calidez, sencillez y el civismo en donde la educación y colaboración entre vecinos era sinónimo de amistad.
Además por los tiempos de la segunda guerra mundial, un italiano de la localidad de Cassano Magnago, huyendo de su país e ingresando por Puerto Colombia, decide trabajar en la textilera La Marisol en la Vía 40, radicarse aquí desechando su oferta laboral en Brasil. Así que, dice mucho el que haya preferido quedarse en nuestra ciudad.
Hoy decimos ¡Qué linda y bonita está Barranquilla!, y esto lo confirman algunas de sus nuevas zonas residenciales, centros comerciales y parques recuperados que nos invitan al deporte y la amistad. Sin embargo, el cemento ha sepultado la arena y el verde natural y cuando fuerte llueve corren por las calles sus ríos callejeros; y por eso “se aplaude la canalización de arroyos para frenar el miedo” (Fuenmayor, 2017) del olor a peligro y muerte que los arroyos dejan a su andar. En contraste con la canalización es importante la constante limpieza de los canales subterráneos porque podrían ser foco de contaminación y suciedad.
Augurando gran crecimiento y desarrollo, se espera ver de cerquita el río y el mar. Que el centro y sur puedan organizarse, ya que desde los años 50 “se empezaba a padecer la invasión de predios que afectó con sus cinturones de miseria los sectores del Sur de la ciudad y la invasión de comerciantes informales que aún persiste en el centro histórico invadiendo el espacio público” (Solano, pag3).
Esta Barranquilla moderna, con proyección y potencial, crece aceleradamente con inconvenientes de seguridad y movilidad poniendo en riesgo su desarrollo y tranquilidad. Se requiere “una ciudad técnicamente planificada que respete su patrimonio arquitectónico relacionando cuidadosamente lo moderno con este, para no perder su verdadera identidad” (Baron 2017).
De acuerdo con el periódico británico The Financial Times, Barranquilla es la séptima del continente americano y la primera en Colombia entre las ciudades con mejor futuro, en la categoría costo-beneficio. Ya en 2015, durante el Foro Proyecto BAQ del Heraldo, el presidente de Situm del Grupo Argos, Juan David Uribe, sostuvo "Barranquilla será la ciudad del futuro". Pero hagamos un breve recorrido sobre el significado de esta gran nominación, para lo cual conversamos con el doctor Carlos Bell1. Nos dice que para hablar de futuro y desarrollo se debe entender que la sociedad de Barranquilla es nueva, son 204 años de formación contemporánea y modernidad inmersa en un país que a principios del siglo XX, era de las más pobres en América Latina. Indica que solo fuimos importantes para la nación a partir de la República, porque el río representaba una opción de salida del centro del país hacia el exterior; señala que la primera apuesta moderna de la ciudad data a partir de 1842 cuando se convierte en el principal puerto desde donde salía el café al exterior.
Menciona que con la separación de Panamá de Colombia y la construcción del Canal de Panamá y el Tren del Pacifico, el café dejó de salir de Puerto Colombia y comenzó a salir por el Puerto de Buenaventura y se fue minando la capacidad de Barranquilla. Así mismo, las reformas de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe -CEPAL relacionadas con la sustitución de importaciones para proteger la industria interna, terminaron por debilitar la economía barranquillera. Posterior a la Constitución de 1991 y con la globalización, el Gobierno Central se da cuenta de la importancia de apoyar el desarrollo portuario y de esta forma Barranquilla es vista como la ciudad del futuro; por cuánto su ubicación estratégica beneficiaría a todo un país, integrándolo a la economía mundial.
Y es así como emerge la planeación como herramienta fundamental para garantizar el desarrollo de nuestros pueblos.
El historiador Bell define la planeación como una descripción de lo que la sociedad quiere y en donde la conciencia ciudadana juega un papel fundamental en el desarrollo de los pueblos. Agrega que se debe tener claramente identificada la sostenibilidad ambiental y contar con políticas en donde el paisaje sea lo más importante y el agua lluvia quede en el medio implementando sistemas de drenajes sostenibles (elementos participantes en el drenaje de las ciudades que reducen el caudal circulante por la superficie de la misma y disminuyen la contaminación). Finaliza expresando que la planificación debe estar soportada por el conocimiento y de cara a la realidad del medio por encima de cualquier interés sectorial.
Hay que mencionar además, que Barranquilla creció sin planificación, debido “a la debilidad, incluso inexistencia, de los procesos de planeación en el periodo comprendido entre el surgimiento de Barranquilla como “ciudad moderna”” y “la poca efectividad en la aplicación de los PLANES elaborados desde los 50 a través de los distintos gobiernos municipales, quienes no los asumieron como compromiso y disciplina social y administrativa”. (Panza, 2010: pag15).
Por otra parte, el doctor Walberto Badillo2, nos comenta que los instrumentos de planificación más importantes que ha ofrecido la Ley 388/97 han sido precisamente los planes de ordenamiento territorial (POT, PBOT y EOT), los macroproyectos, los planes parciales y las unidades de actuación urbanística; los cuales después de 20 años de implementación han demostrado ser ineficaces.
Agrega que el Departamento Nacional de Planeación (DNP) consciente de esta situación, viene liderando desde hace un par de años un cambio generacional a POT’s Modernos y POD´s (Planes de Ordenamiento Departamental); cuyo principal objetivo es articular las transformaciones urbanas en un contexto regional para compensar las tensiones que generan las grandes aglomeraciones con vocación metropolitana.
Con este panorama, finalmente considera que, la gran apuesta que necesita la ciudad en términos de desarrollo urbano es un Plan General Metropolitano respetando la prospectividad del urbanismo, y asumiendo su realidad metropolitana que haga posible:
-Plantear su reequipamiento socioeconómico, estableciendo una relación real entre las conurbaciones construidas inevitablemente bajo el patrón de ciudad difusa: Aeropuerto, Súper Puerto, Central de Abastos, Central intermunicipal e interdepartamental de transporte, Red de Mercados, Niveles de Atención en Salud, Educación, Centros de Desarrollo Social, etc..
-Regenerar su Centro Histórico y proteger todo su patrimonio histórico-cultural que frene el malentendido concepto de modernidad que ha devastado buena parte del patrimonio arquitectónico.
-Solucionar la Movilidad Metropolitana (ya tenemos que hablar de la construcción del Metro del AMB que potencialice la utilidad de los Transmetro, Metro-Río, red de Alimentadores, etc.) incluyendo nuevos sistemas alternativos de transporte no motorizados como la bicicleta.
-Procurar la Eficiencia Ambiental con al menos 2 parques a escala metropolitana como el del “Batallón”, más una estructura equilibrada de espacios públicos arbolados que mejoren el confort térmico de las calles para poder caminarlas, una red de espacios dedicados a la disposición y tratamiento de residuos, reciclaje y generación de energías renovables; todo esto respetando los suelos de protección y rondas hídricas que mitiguen el riesgo y los efectos del cambio climático.
-Tener un balance con respecto a la demanda real en los diferentes estratos socioeconómicos y ser mucho más precisos con las futuras operaciones inmobiliarias.
Definitivamente el hecho de que Barranquilla sea catalogada como ciudad del futuro es un mensaje contundente para que lo público, privado y academia trabajemos conjuntamente para mejorar y alcanzar niveles óptimos en los temas de seguridad, educación, movilidad, de puerto, prosperidad y lo ambiental. Y en donde la educación y cultura sean la base para el desarrollo y los buenos servicios sirvan para generar más competitividad, y todos sepamos cuál es el objetivo a alcanzar.
Con un ahora excepcional y proyección internacional es momento para pensar y reflexionar e implementar; entender que los orígenes de nuestra conformación libre y espontánea aún presentes en nuestra sociedad nos hacen permisivos, y el folclorismo, chabacanería y trivialidad se funden dejando de lado el civismo y lo patrimonial y hasta confundiendo lo que está bien con lo que está mal. De manera que es imprescindible más autoridad para organizar y frenar lo que anda mal y fomentar la transparencia, inclusión y honestidad. Desechando el egoísmo y banalidad y entendiendo que lo técnico debe soportar lo público y lo político.
Indiscutiblemente mucho se ha avanzado en la ciudad, y se reconoce a cabalidad, pero hay trabajo por hacer en lo ambiental, sostenibilidad e inclusión social. Necesario entonces es comprender y escuchar, aquellas voces que desean más participación ya que desde su conocimiento y amor por la ciudad quieren aportar a la construcción de una mejor ciudad. Indiscutiblemente reeducar para comprender la importancia de recuperar el centro y los espacios públicos para garantizar la atracción de la ciudad y que el súper puerto sea realidad.
Finalmente para su consulta dejamos un listado con la normatividad, planes y estudios relacionados con la planificación que han permitido organizar la construcción de nuestra ciudad.
Bibliografía
Solano, Jairo. La Planeación en Barranquilla 1950-2013. http://www.barranquilla.gov.co/normatividad/decretos/doc_download/2229-la-planeacion-en-barranquilla-1950-2013
Panza, Edgardo. 2010. Historia de la Planeación en Barranquilla: Fundamentos Conceptuales y Normativos para su Construcción – Revista Módulo. Volumen 1. Universidad de la Costa. Colombia
http://revistascientificas.cuc.edu.co/index.php/moduloarquitecturacuc/article/view/113/pdf_44
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